sábado, 15 de febrero de 2014

Tardes de Mayo.

Yo quería decirte tantas cosas, y entre esas cosas que yo te amaba. Quería apostar a darnos todo, pero al final no dimos nada. Sin embargo, solo yo sigo guardando la esperanza.
Yo quería contarte de mi vida y de las cosas bellas que por ti sentía. Yo pensé que un día jurarías que sólo la muerte nos separaría. Pero en cambio, a ti se te olvidó que yo existía.

Y ahora, ¿que haré? Si todo aquel amor que un día juraste, murió sin darnos cuenta que ya no existía. Trato de olvidarte para no sufrir, pero por mas que intento solo pienso en ti. Busco la manera de sobrevivir pero sé que es imposible sacarte de mi.

Yo traté de vivir sin tu alegría, y dejé de pensar en tus caricias, pero hay tardes de Mayo que todavía, por más que uno quiera no se olvidan.
Ya no puedo mirar aquella luna porque sólo junto a ti yo la veía. Y me duele pensarte en otros brazos, porque sé que no habrá quien te ame tanto como yo, que aun de lejos te sigo amando.

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