domingo, 2 de marzo de 2014

Prohibido.

Quizás lo que voy a contar os podrá parecer algo fuera de lugar, o quizás eso y que alguien se sienta identificado porque en algún momento se haya sentido así. Antes me daba fatiga contar y explicar mis sentimientos por aquí, pero lo he pensado y, total, ¿qué mas da?, para tres o cuatro gatos que leen mi blog...
Bueno a lo que voy. Tengo la sensación de que al acabar pueden meterme en la cárcel por delito. ¿Por qué? Porque no es normal las cosas que yo siento últimamente. Es un tema bastante delicado pero, aun así, necesito contarlo y que alguien me entienda.

Esto me ocurre desde hace unos meses y sólo sé yo lo que pasa por mi cabeza. Nadie ha tenido aún la oportunidad de saberlo, ni siquiera mis mejores amigas. No he podido contárselo porque no puedo permitir que se rían de mí y de mis sentimientos.

No se si será amor, admiración, atracción sexual o algún equivalente, pero lo que sí se es que hay algo. Se podría definir como algo totalmente prohibido y, a la vez, platónico. Aunque eso segundo quizá se queda corto, porque a esa persona la conozco personalmente. Es real y lo tengo muy cerca cada día.
Es imposible que pueda pasar algo entre los dos por muchos motivos, aunque daría lo que fuera por pasar unos minutos a solas con él. Está casado, tiene hijos e incluso podría llegar a ser mi padre.
No puedo evitar sentir cosas por esta magnífica persona porque parece que tiene todo lo que busco en un hombre que puede pasar el resto de la vida a mi lado. Culto, sensible, con pasión por lo que hace, con un sentido del humor que me encanta, tan sutil y en el momento que se lo requiere, siempre dentro de lugar. También es amigo de su gente, comprensible y dedicado a los que ama. Es una persona excepcional.
Físicamente también me acompaña, aunque sea eso algo secundario: alto, moreno, ojos oscuros y con un estilo siempre concorde a las situaciones en las que se encuentra.
Si tuviera que explicar un por qué, no sabría ni cómo empezar. Quizá esté buscando la figura paternal que nunca he tenido (mi padre se desatendió de mi hace muchos años, doce exactamente) o he visto algo diferente en él que antes no había encontrado en otro persona más accesible para mí, y eso que he conocido a mil hombres de todos los tipos posibles.
Creo que ese es el problema. He permitido que los hombres se aprovechen de mí más de la cuenta como las tontas y, como veo que éste me valora (o simplemente me valora porque no le queda otra) pues me ha tocado el corazón. El único impedimento que veo entre nosotros es nuestro diferente estilo de vida y las responsabilidades a su cargo, ya que tiene una mujer e hijos. Es obvio. Está a gusto y eso se nota, y ama a su familia.

Es un motivo bastante pesado y tiene que hacer que se me pasen las tonterías éstas de mi cabeza, y definitivamente olvidarme de él. Otros aspectos, como la edad, no me importan para nada, ya que puedo proponerme estar a su altura. La edad es sólo un número que explica el tiempo que llevamos viviendo, nada más. Pero aun así, y como he dicho antes, toca pasar página y olvidar.

Lo único que pido es encontrar a alguien como él, pero sin esas responsabilidades, por favor (ya que estamos aprovecho). Necesito alguien a mi lado que me haga sentir especial; no lo exijo ni me obligo a encontrarlo, pero echo de menos sentir mariposas en el estómago y ponerme tonta como las niñas pequeñas al hablar de él.

Para mi compasión, siempre lo voy a tener ahí para lo que necesite porque hasta el día de hoy siempre ha sido así. A lo mejor en un futuro podré confesarlo, pero el caso es que me atreva a hacerlo. Me intimida tanto que soy incapaz en este momento. Pero pienso que no vale la pena, las cosas no van a cambiar por mucho que le explique todo esto. Por eso, esto se quedará entre mi blog y yo.






sábado, 15 de febrero de 2014

Tardes de Mayo.

Yo quería decirte tantas cosas, y entre esas cosas que yo te amaba. Quería apostar a darnos todo, pero al final no dimos nada. Sin embargo, solo yo sigo guardando la esperanza.
Yo quería contarte de mi vida y de las cosas bellas que por ti sentía. Yo pensé que un día jurarías que sólo la muerte nos separaría. Pero en cambio, a ti se te olvidó que yo existía.

Y ahora, ¿que haré? Si todo aquel amor que un día juraste, murió sin darnos cuenta que ya no existía. Trato de olvidarte para no sufrir, pero por mas que intento solo pienso en ti. Busco la manera de sobrevivir pero sé que es imposible sacarte de mi.

Yo traté de vivir sin tu alegría, y dejé de pensar en tus caricias, pero hay tardes de Mayo que todavía, por más que uno quiera no se olvidan.
Ya no puedo mirar aquella luna porque sólo junto a ti yo la veía. Y me duele pensarte en otros brazos, porque sé que no habrá quien te ame tanto como yo, que aun de lejos te sigo amando.

viernes, 10 de enero de 2014

Decir que me siento identificada con el autor de esta letra se me queda corto. "Fuiste tú" de Ricardo Arjona.

Tenerte fue una foto puesta en mi cartera, un beso y verte ser pequeño por la carretera.
Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía, lo mio fue aceptarlo todo porque te quería.
Verte llegar fue luz, verte partir un blues.

De más está decir que sobra decir tantas cosas, o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.
Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje, las nubes grises también forman parte del paisaje.
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí fuiste tú.

Qué fácil fue tocar el cielo la primera vez, cuando los besos fueron el motor de arranque, que encendió la luz que hoy desaparece. Así se disfraza el amor para su conveniencia, aceptando todo sin hacer preguntas y dejando al tiempo la estocada a muerte.

La luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada, me ha visto caminar descalza por la madrugada.
Estoy en medio del que soy y del que tú quisieras, queriendo despertar pensando como no quisiera.
Nada más qué decir, si quieres insistir, fuiste tú. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Imposibles de olvidar.

Hasta el día de hoy, y desde que tengo uso de razón, he ido reflexionando acerca de los años que he estado en Secundaria y Bachillerato y cómo éstos han marcado mi vida en diferentes aspectos. Parte de esa reflexión tienen la culpa el profesorado.
Quien se moleste en leer esto piense quizás que estoy loca, o que me gusta "hacer la pelota" o cualquier equivalente. Pero no. No suelo hacer ningún tipo de cumplidos y menos sabiendo que no consigo nada con ello. A lo que iba. Unos pocos profesores han marcado mi vida para bien y para mal, supongo que como a cualquier otra persona que haya sido estudiante en su vida.
A pesar de que sería mas adecuado obviar las cosas que me han marcado para mal porque no me gusta criticar a nadie ni a su forma de ser, actuar o pensar, "necesito" expresarme de alguna manera sin llamar mucho la atención.

Echando un vistazo atrás en el tiempo, sobre primero y segundo de la ESO, recuerdo perfectamente que era una de las niñas con las notas más fantásticas de todo el centro. También recuerdo que mi asignatura favorita era, sin duda, Matemáticas. Nunca antes me habían gustado de esa manera los números, hacer operaciones con ellos y resolver los problemas planteados; pero esos dos años cambié de parecer, parece.
Creo que fue gracias a mi profesor, que era M. Toquero. Usaba un método que a mi me maravillaba en esos años, y no deseaba otra cosa que llegara la hora de dar Matemáticas con él. No entendía a los niños que lo criticaban y se quejaban de él. ¡Pero si es un cielo, y es de las pocas personas especiales que te puedes encontrar en la vida! Gracias a él mi motivación fue creciendo esos dos años para enfrentarme a los futuros años más difíciles que iban a acontecer. Lo quería mucho, y lo sigo haciendo.

Sin embargo, y dándole vuelta a la tortilla, no sé cómo pueden cambiar las cosas tan rápidamente, de un chasquido. Llegar a 1º Bachillerato y perder toda esa ilusión que tenía hacia las matemáticas, hasta llegar al punto de no querer ni a asistir a clase y suspender. Y no, no es porque sea otro nivel y las cosas se vayan complicando porque tienes que estudiar cosas nuevas al respecto, porque es algo muy obvio. Supongo que es esa falta del método que a mí me fascinaba, esa preocupación de alguien en si estás haciendo las cosas bien o mal, y ayudarte a encaminar tu futuro. Ir pensando en uno mismo y el de los más "aplicados" dejando al resto, que le cuesta un poquito más, de lado Toquero, ni ningún otro profesor que haya tenido antes, lo hubiera permitido.

Existe otro profesor que me ha hecho ver las cosas de otra manera, y se lo estaré eternamente agradecida. Me cuesta nombrarlo porque, al verlo en clase, no sabría dónde meterme. ¡Me da mucha vergüenza! Pero si por casualidad se pone a leer esto creo que, con lo que me conoce, sabrá que va dirigido a él. Él es profesor de Lengua y Literatura y la primera vez que me dio clase fue en tercero de ESO. Nunca antes lo había conocido (no sé ni siquiera si estaba en el centro los años anteriores) y fue un descubrimiento para mí. Era diferente al resto (y lo sigue siendo) y por eso creo que me gustó tanto, tanto por su  método de trabajo especial que seguía para que aprendiéramos como su personalidad. A raíz de ahí, poco a poco fue gustándome esa materia y me implicaba muchísimo sólo por ver su cara de satisfacción, que me importaba bastante. Confiaba en mí y en mi capacidad y yo se lo tenía que demostrar de alguna manera. Hacía que tuviera seguridad en mí misma.

Este año fue nuestro reencuentro. Desde tercero hasta segundo de bachillerato, todo ese tiempo sin saber de él (bueno no, mentira, algo sabía por redes sociales). Sinceramente, lo echaba de menos y fue una de las mayores alegrías del curso enterarme que iba a pasar con él ni más ni menos que siete horas a la semana durante todo el curso. Sé, sin duda, que si me hubiera tocado otro profesor en esta materia las cosas serían bastante diferentes. Para mí, es más que un profesor y eso pocos lo consiguen en su trabajo. Es, además, un amigo, en el que puedes confiar para lo que quieras teniendo la seguridad de que te enfocará en el camino correcto a seguir. Podría seguir hablando de él aquí hasta que mis dedos no pudiesen más, pero prefiero guardarme algo para el discurso de fin de curso que, sin duda, por mi parte, tendrá un protagonismo especial.




domingo, 22 de septiembre de 2013

Te quiero más que ayer.

Desde que llegaste tu me cambiaste el universo destapándome cada sentimiento. Siempre tu mayor virtud es desaparecer mis miedos, me desarmas con tus argumentos.
Yo jamás creí en las cosas del amor pero tu lograste transformar mi corazón. Te has convertido en los sueños de mi almohada, mi café por las mañanas, la sonrisa que se me escapa sin querer. Te has convertido en mi respuesta anticipada, mi amuleto de la suerte, mi pasado, mi presente y en mí después.
Desde que llegaste mis momentos son mejores, le pones condimentos a mi vida. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

Sin ti.

Fui por ti un ave que no se atrevió a volar, creí en ti y así me fui olvidando de mi, viví muriendo por estar siguiéndote a ti y a tus sueños... Hoy ya sé que tus mentiras fueron mi realidad y a quien amabas era sólo a tu vanidad. No fue mi culpa, sólo fueron tus miedos.
Me voy porque contigo piso en falso, porque el silencio pesa más que la verdad. Me voy sin miedo a equivocarme. Sin ti la vida duele menos, camino por el cielo, soy todo lo que quiero, me siento libre y siento que nada es imposible. El tiempo ya no vuelve y, aunque a ti te duela que yo sea feliz, ya estás lejos de mi. 

martes, 11 de diciembre de 2012

Sería fácil.


Si solamente con llorar se remediaran los problemas, si en cada lágrima se fuera la nostalgia y la tristeza.
Si con dormir cambiara todo en una noche, si al despertar ya no existieran los reproches sería fácil vivir.
Si no doliera el desamor y del amigo la traición, si se pudiera detener el tiempo y nunca envejecer. Pero no es fácil, ya lo vemos, somos humanos.
Sentimos todo y no podemos evitarlo, hemos nacido por amor, y casi siempre por amores cuando lloramos...
No es nada fácil si se tienen sentimientos porque la vida no es como un libro de cuentos.
Y el que no siente su dolor es solo por una razón: porque está muerto.